Hacia el Cabo de Hornos

Parte del diario de viaje Patagonia 2012


El día había llegado, el clima nos daba la luz verde y nos invitaba a convertirnos en “Cap Horniers” y poder a partir de ahí, entre otras cosas, orinar contra el viento. Arrancamos bien temprano, ya que la singladura iba a ser más larga que los días anteriores. Salimos dejando al Tari II y al Mago del Sur, otros veleros de la zona, que todavía no habían amanecido en la caleta. El mar seguía muy calmo, el capitán, con años de navegación en la zona, nunca había visto algo así.

Vegetación fueguina
Vegetación fueguina, domada por el viento, pero no vencida
Bahía Nassau
Bahía Nassau
Bahía Nassau
Bahía Nassau

Navegamos entre más islas y luego de unas horas llegamos finalmente a la parte occidental de la Isla Hornos, cuyo extremo sur es el mítico y tan conocido cabo. Pero no se deja ver aún, y la expectativa crecía…..

Finalmente, ahí estaba, el propio Cabo de Hornos!!! La alegría que inunda el barco, un champagne que se abre (siendo el primer trago siempre para el mar) y todos a admirar el alevoso y drástico fin para un también alevoso y muchas veces drástico continente que tanto quiero.

NP_Patagonia2012-226
Las fotos no le hacen justicia al mítico Cabo de Hornos!

Antes de verlo con mis propios ojos pensaba que su nombre se lo había ganado en base a significancia geográfica o tal vez histórica y no tanto en base a su belleza. Estaba muy equivocado, es tre-men-do: al navegar hacia el sur la Isla Hornos va ganando altura con cada metro para justo antes del final desplomarse en un alevoso precipicio hacia el mar más bravo del mundo. Que mejor para un continente que terminar así?!

Ya rumbo norte otra vez, cruzamos nuevamente la Bahía Nassau con destino a Caleta Lenox, también con la visita de los curiosos delfines. Fondeamos en la caleta de tardecita y luego de reportarnos al control de la isla, nos fuimos a dormir con la cabeza y el corazón contentos.

Bahia Nassau
Bahia Nassau, planchada como nunca
Complicados para volar sin viento las grandes aves prefieren correrse del curso del barco simplemente aleteando
Complicados para volar sin viento las grandes aves prefieren moverse del curso del barco simplemente aleteando
Vegetacion Fueguina
Vegetación Fueguina

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