Ya en la etapa final del viaje, pusimos rumbo a un destino que si bien no conocía, me intrigaba muchísimo. Perú y Bolivia son países que lo tienen todo, cualquier paisaje que nos imaginemos lo tenemos ahí a unas cuantas horas de autobús. Ya habíamos visitado sus montañas (muchas arriba de los 6.000 msnm), grandes y bulliciosas ciudades, ruinas milenarias, cañones más profundos y sus selvas cargadas de animales exóticos. Solo nos faltaba una cosa para gritar cartón lleno, el desierto de Ica.
Nos despedimos de la Ciudad Blanca, que siempre quedará en nuestra memoria y a la que espero volver pronto y pusimos rumbo a la ciudad de Ica, casi 700 km al Noroeste y 2.000 metros mas abajo. Dos horas antes de llegar a la mencionada ciudad, se encuentran las famosisimas y archi-recontra populares Líneas de Nazca, unos geoglifos alucinantes trazados a lo largo y ancho del desierto. No se sabe demasiado acerca de cuando por que y como pero se estima fueron trazadas hace más de 2.200 años por la cultura Nazca y las teorías de por que fueron trazadas van desde simple aburrimiento o religión hasta contacto con los extraterrestres.
En nuestro caso no había fondos monetarios para tomar un avión, supuestamente la única forma de ver las lineas, pero nuestro bus pasaba literalmente por encima de ellas (no literalmente como los curreros de Greenpeace pero casi) por lo que la parada era obligatoria.
Hay muchas agencias de buses que hacen el recorrido Ica-Nazca (ciudad) como Perúbus/Soyuz, solo basta comprar un pasaje a «el mirador», una estructura metálica elevada (no se me ocurrió un sinónimo para «mirador») de donde se pueden observar, oblicuamente dos de las figuras, «el árbol» y «las manos». Subir al mirador cuesta unos pocos soles, 2 si mal no recuerdo. Entonces, vale la pena? SI, pero solo si estamos en Ica, Nazca (ciudad) o de paso, de lo contrario creo que no, a menos que tomemos el avióneta claro. La ciudad de Nazca no es de gran atractivo y solo funciona como centro para visitar las lineas. Hay dos lugares que me quedé con ganas de visitar cerca de Nazca, los Acueductos de Cantalloc y el centro ceremonial Cahuachi, van para la lista (que al igual que el desorden del universo, o se mantiene igual o sigue creciendo…)
Un oasis en el desierto
Llegados a la ciudad de Ica nos fuimos derecho al oasis de Huacachina, que queda a 10 minutos de la ciudad. Es literalmente un oasis sumergido en dunas inmensas, tanto es así que estando muy cerca de la ciudad, da la sensación de que estamos en el medio del desierto.
Es bastante pequeño y merece a lo sumo una o dos noches, no más. Tiene buena onda, de relax salvo por un pequeño detalle… El desierto de Ica, que supo seducir al Rally Dakar, es perfecto para recorrerlo al mango con areneros y sus motores V8 (o quizá no?) por lo que casi cualquier hora del día, los 365 días del año se pueden sentir los rugientes motores que recorren cargados de turistas a todo trapo las enormes dunas circundantes.
Generalmente, el paquete del arenero incluye otra actividad cargada de adrenalina ya que incluye paradas en la cima de dos grandes dunas para tirarse en el sandboard. La mayoría elije tirarse acostado y algunos más experimentados, valientes o rayados van parados. Las dunas pueden llegar a tener más de 200 metros de altura y la arena no es nieve, las caídas pueden ser feas feas….pero vale la pena! También se hacen paradas para ver el atardecer, como frutilla de la torta.
Como recomendación de hostel, nos quedamos en el Desert Nights, barato, limpio y con staff muy macanudos. Los tours se pueden contratar en el hostel mismo.
Hacia las Islas Ballestas
Otra excursión popular desde Huacachina son las Islas Ballestas, las «Galápagos de los pobres» al norte de la Reserva Nacional Paracas. La Reserva Nacional Islas Ballestas, compuesta por tres islas se encuentra en plena ruta de la Correinte de Humboldt, una corriente marina fría proveniente de las profundidades del Pacífico sur que recorre casi toda la franja costera de Chile y Perú.
Permitanme aburrirlos con un poco de info respecto a esta corriente pero creo que vale la pena. Considerada como una de las más importantes corrientes oceánicas, define en gran medida las características de la costa occidental del continente americano (hasta el Ecuador, donde comienza a circular hacia el oeste paralela al mismo). Es la responsable de la aridez alevosa de gran parte de la costa Chilena y Peruana, es la razón por la cual Lima esta casi permanentemente cubierta de bruma marina, es la responsable de las particularidades de las Islas Galápagos y en lo referido a este post, es la razón de que en las Islas Ballestas haya colonias de pingüinos, llamados obviamente Pingüinos de Humboldt, los únicos pingüinos del Perú.
Además de los mencionados pingüinos, las islas son un paraíso para los amantes de las aves y animales en general. Son igual de áridas que el resto de la zona, donde no se ve un árbol ni en figurita, pero lo que no tienen de flora lo tienen de fauna, y de una forma espectacular. En esas casi 12 hectáreas se amontonan, sobre metros de su propio excremento, Pelícanos, Guanays, Piqueros, Cormoranes, gaviotas de todo tipo, lobos marinos (creo que más de una especie), nutrias marinas entre otras. Para saber un poco más de la fauna les recomiendo este link
Para visitarlas basta con tomar algunos de los potentes barcos desde el pueblo de Paracas, y si Neptuno está de buen humor, en media hora se llega. Los paseos generalmente tienen una duración de 3 horas, media hora para llegar, media para volver y el resto se ocupa en circunnavegar la isla donde el guía tira alguna que otra data interesante.
Un detalle interesante acerca de la isla es el guano, o en criollo, caca de pájaro. Resulta que hace ya varios años, se descubrió que el guano, muy rico en nitrógeno, fósforo y potasio , es un eficaz fertilizante natural y se cotiza bastante bien en los mercados internacionales y por eso cada 5 años se organiza su recolección de la isla. Durante la excursión se pueden ver las estructuras que se utilizan para la carga en los barcos.
Como si visitar solo la isla no fuera poco, en el camino se encuentra otra maravilla de la humanidad, El Candelabro de Paracas. Relacionado con las Lineas de Nazca e igual de misterioso, nadie sabe bien claro el porqué de esta figura, de casi 200 metros, tallada en la colina. Tanto su propósito como antigüedad están en disputa, la versión oficial dice que es aproximadamente de la época de las lineas, apróx. 2.000 – 2.500 años, pero otras teorías hablan de fechas anteriores, algunas otras lo vinculan con San Martín. Acerca del porqué, también hay múltiples teorías, aunque ninguna con fundamento muy sólido. Una muy común de escuchar es que era una guía para los navegantes de la época, pero concuerdo con un articulo que leí al volver del viaje que dice que no tiene ningún sentido como tal ya que está orientada casi al cielo, no apunta hacia el mar abierto y sobre todo, en la zona abundan lugares que serían mucho mejor para instalar guías, pero en fin, al igual que con las lineas el misterio que las rodea las hace para mi más interesantes aún!
Lima, el principio del fin
Al otro día amanecimos y arrancamos para Lima, a donde llegamos al medio día. Viajamos en buen bus «exclusivo» ya que como sobraba espacio en los Vips (Perúbus/Soyuz), como forma de promoción nos dejaron viajar en ese, a pesar que hubo que explicarle a la azafata la situación ya que ella no estaba enterada y nos quería bajar. Cuando finalmente llamó a la central y verificó que estábamos en regla, no había forma de hacer que se dejara de disculpar la pobre, como si hubiese cometido un crimen.
Llegamos a Lima y recorrimos el barrio de Miraflores y Barrancos, la zona «chic» de lima si se quiere y la verdad es que es muy linda, salvo por la niebla/bruma/nubes constantes ya mencionadas.
Se ve mucha gente realizando actividades, desde surf hasta equilibristas pero por sobre todo parapentes, que aprovechando las corrientes de aire ascendentes (en este caso gracias al barranco, no al sol), inundan el cielo de lima y hasta te pueden llevar por 150 soles (10 mins de vuelo). Recorrimos la rambla y partimos de vuelta hacia la terminal de bus, donde habíamos dejado el equipaje, para finalmente pegar un taxi hasta el aeropuerto.
Llegados al aeropuerto, comimos algo, reventamos los últimos soles en cerveza cara, yo perdí mi pasaporte (y lo volví a encontrar) y volamos hacia San Pablo donde tendríamos que en 1 hora, hacer la conexión a Montevideo, para dar fin a un viaje del que me voy a acordar toda mi vida, que me recuerda la suerte que tengo de estar vivo.
Espero les haya gustado mi diario de viaje y tal vez los empuje a visitar esta increíble zona del mundo.
Fuiste a Perú y/o Bolivia? que te pareció? Espero sus comentarios!
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Indice Diario de Viaje: Viaje por el Tawantinsuyo – Perú y Bolivia