Patagonia – Parte 5 // Coyhaique, Capital de Aysén

Llegamos a Coyhaique por una ruta panorámica que demuestra la belleza de la región de Aysén. Todo el paisaje parece que estuviera en HDR, ríos increíbles y pasturas de un verde irreal, y como siempre, un horizonte pintado de montañas nevadas. Antes de llegar a Coyhaique paramos en un mirador sorprendidos con el tamaño de la ciudad, no me imaginaba que iba a encontrar algo semejante en esta parte de mi viaje pero ahí estaba ante mí una ciudad hecha y derecha.

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Aysén policromático

Mis amigos Catalanes me dejaron en alguna parte del centro, me despedí con esa sensación ya recurrente en este y otros viajes, que a pesar de haber pasado juntos menos de un día parece que nos conociéramos desde siempre. Ya con la mochila al hombro emprendí la tarea de buscar donde quedarme. La oferta hostelera o de campings no abunda en Coyhaique, y tampoco es barata. Camine para arriba y abajo en busca un hospedaje hasta que tuve que cibercafé de por medio, reservé un par de noches en el Hostel Patagonia, atendido por sus dueños, Thomas y Sandra. Cuando llegué me atendió una muy linda muchacha de Nebraska que hace pocos días había empezado a trabajar ahí. Me mostró el Hostel que estaba muy bueno, hasta me atrevería a decir que debe ser de la mejor relación precio/calidad en Coyhaique, tamaño ideal (no soy muy fan de los hoteles enormes) y todo nuevo. En mi cuarto conocí al Steffan de Viena, al cual la vida me juntaría casi un año después en mi estadía en esa ciudad Austriaca. Macanudaso el Austríaco, hablaba inglés igualito a Schwarzenegger. Fuimos a comer y al sobre que mañana será otro día.

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Llegando a Coyhaique, ya no tan pueblo, ya más ciudad

Amanecí a media mañana y me puse a matear con Thomas que hace 12 años que esta en la región. Un tipo muy interesante, Alemán de nacimiento es un enamorado de la región. Esta bastante metido en lo de Patagonia sin Represas, un movimiento en contra de un mega proyecto hidroeléctrico en la región de Aysén que involucra 5 represas (si mal no recuerdo en principio 2 sobre el Río Baker y 3 sobre el Río Pascua) y un tendido de alta tensión hasta Santiago. Según él estos 5 proyectos son solo la punta del iceberg para muchos más que vendrán y la verdad es que el potencial hídrico es evidente. Hidroaysén, la compañía que quería construir las represas, aparentemente se fundió y fue adquirida por Endesa, de capitales italianos.

Todo el tema de las represas está enmarañado con muchos otros temas de gran discusión en toda la Patagonia. Las represas, la industrialización, la compra de tierras por parte de extranjeros y mucho más hacen de el futuro de toda la región un panorama muy incierto, con gente que empuja para un lado y para otro, «hechando agua pá su propio molino» como decimos en Uruguay. Es un tema complejo y que yo solo viví de afuera en esos meses que pasé en la región.

Sobre el medio día salimos a caminar por el pueblo con Steffan, hicimos sociales con gente local en un café del centro donde el Steffan siendo fiel a su país de origen, se licuó 2 cafés quedando medio sobregirado y seguimos viaje. Andábamos en busca de un remplazo para los ya inutilizados pantalones que había adquirido en Bs. As. pero volvimos al hostel ya que como buena ciudad chica, ajena al ritmo desenfrenado del mundo de hoy, de 12:30 a 15:00 cierra todo y la gente vuelve a su casa a almorzar y por que no, pegar una siestita. A eso de las 4 arrancamos ahora también con la muchacha del hostel a recorrer por ahí, ella compró algunas prendas y yo mis fieles pantalones que me acompañan hasta hoy. De ahí pasamos por dos miradores muy lindos y de vuelta al hostel, casi siempre en lecciones de español y algo de alemán. De noche salimos al bar, previa pasada por un carrito donde me comí un chivito. Morimos en el único lugar abierto que de hecho estaba bastante bien, me encontré con dos minas israelitas que había conocido en el ventisquero colgante y con otra barra, también israelitas y que estaban en el Ventisquero. En la Patagonia pasa lo mismo que en Perú y Bolivia, uno se vuelve a ver varias veces con la gente. El boliche estuvo divertido, nos mandamos unos cuantos Piscos y a eso de las 2.30 retornamos para el hostel.

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