Viajar es inherente al ser humano, y siempre lo ha sido
Si bien ya no necesitamos perseguir una migración para alimentarnos o zafar a un crudo invierno todavía nos corre en la sangre ese nomadismo de nuestros antepasados. Arriesgamos todo, muchas veces dejando atrás familia, amigos o un trabajo estable para satisfacer esa necesidad de ver algo nuevo, distinto a lo que estamos acostumbrados, esa necesidad difícil de explicar en palabras pero muy fácil de entender cuando se experimenta personalmente.
Viajar te «abre la cabeza» y te saca de la «zona de confort»
Te aleja de las personas que conoces, de las situaciones bajo control a las que estamos acostumbrados. Nos muestra gente que piensa, actúa y reacciona diametralmente diferente a lo que esperamos y también, en un rincón alejado del mundo nos presenta a gente increíblemente similar, con la que nos conectamos de una forma alevosa.
Nos muestra lugares increíbles
Ya sea un parque natural, una ciudad iluminada en la noche, un glaciar o una montaña. No hay pantalla HD en el mundo que nos prepare para el sentimiento de estar inmerso en lo que todos tus sentidos te van a trasmitir. La adrenalina de llegar a una cumbre se siente adentro de todo el cuerpo, el estruendo de un glaciar hasta en la yema de los dedos, el asombro de entrar a un edificio de dos mil años que sigue coronando la silueta de una ciudad no tiene precio.
No se precisa gran cantidad de dinero para viajar
Es un mito pensar que viajar es siempre caro. Nunca fue verdad y hasta diría que hoy en día es aún más barato. Los hostels y campings son muy accesibles y seguros, comida barata hay en todos lados (cocinar cuesta lo mismo en cada rincón del mundo!) y el transporte puede ser muy razonable organizando con tiempo o haciendo dedo (Autostop). También proyectos como CouchSurfing, Woofing, voluntariados y demás son una interesante propuesta para no solo viajar por poco o nada, sino agregar valor a el viaje.
Nos enseña valernos por uno mismo
En ruta, y más aún si se viaja solo, somos nosotros los responsables de tomar las decisiones, disfrutando los resultados o sufriendo las consecuencias. Ambas situaciones (casi siempre) son igual de beneficiosas!
Es a medida
Te gusta la montaña? Los deportes extremos? La parranda en lugares medio turbios? Las compras?! Viajá!!